domingo, 9 de agosto de 2015

No hay más

Mañana, cuando despiertes.
Mañana será el día en el que abras los ojos y la veas a tu lado. El día en que respires tranquilo y cansado porque te pasaste toda la noche mirando los rayos de luna en su espalda, viéndola dormir.
Se ha convertido en tu pasatiempo favorito desde que empezasteis a ser algo.

No hay nada más bonito, más simple y más sencillo que ver a un hombre enamorado.
No hay más que mirarte a los ojos para ver cómo la quieres, cómo lo demuestras.

Cada día
persigues su pintalabios rojo, te preocupas porque las lágrimas que salgan de sus ojos sean solo de alegría, intentas que esa sonrisa salga solo tres de cada cuatro veces a superficie.
Ese cuarto de sonrisa te lo guardas para los momentos posteriores a las peleas- te encanta pelear con ella para que después las paces sean dulces y salvajes.

Adoras llevarla a recorrer el mundo de tus sueños, y el mapamundi con el índice. Recorrer sus mejillas con el pulgar y retirarle el pelo de la cara poniendo primero el corazón. Te encanta hacer planes, con ella. Ellos la retienen entre tus dedos. Has aprendido lo que le gusta rápido y la necesitas cada tres segundos en una hora completa.

La llevas a bailar las madrugadas de luna llena, y sabes que se derrite con susurrarle al oído.
La has enseñado a querer, y a sentirse querida-
Tú, en cambio, has aprendido lo que es el amor.



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