Llevaba mucho sin pensarte.
Me suele pasar.
Me dedico a capear la incertidumbre, las pocas ganas de volver a encontrarnos y los ¡cuánto tiempo! yermos y carentes de sentido a estas alturas.
Y vuelves a aparecer. No te sé decir si tus apariciones siguen un patrón reglado o son meramente fortuitas pero sí, que todas las veces que vuelves a mi me desordenas la vida.
Voy a robarle los versos a Escandar siempre vuelves en "formato recuerdo". Siempre como antes, como un eterno tú por el que no pasan los años. Con la misma voz, e idéntica mirada pero con mucha más vidas dentro de tu mochila.
El problema es que los años si que han pasado. Y el tiempo, y las ganas. Nos ha pasado hasta la vida.
Apareces y te das de bruces contra mis pestañas. Vuelves a sonar la canción que te recordaba a mi, y mi mente agoniza pidiéndole al cuerpo que cambie la emisora, apague la radio o silencie la minicadena.
También regresan tus no pegamos ni con cola y mis pero yo traje superglue que te gustaban tanto. Y tu daño en la rutina.
Y yo, que ya no miro nunca atrás, estoy cansada de seguir nadando en un recuerdo que no va a devolverme el tiempo que no compartimos.