martes, 9 de febrero de 2021

Autoterapia

Necesito vomitarlo todo y qué mejor lugar que este para llevar a cabo tan revitalizadora tarea.

No sé si esto tiene que ver con que hace días que no derramo negro sobre el papel y lo malo se queda enquistado dentro.


Queda muy poco, Carolina.

Intenta, culmina, continúa con el camino que te ha llevado hasta aquí; piensa con claridad que todo llega y todo pasa.

Agárrate al tópico de ‘solo es un mal día, no es una mala vida’

abróchate las alas y vuela porque puede que al principio te cueste comenzar a batirlas pero después, querida, la imbatible serás tú misma y tu tesón y tu trabajo y todos los no que capeaste hasta vislumbrar el si.

Serán las ganas que siempre tienes pero que ahora yacen algo aturdidas entre la autocompasión y el miedo.


¿Por qué tienes miedo? ¿por qué dejas que te bloquee?

Levanta la cabeza, niña, y mira hacia atrás.

Solemos decir que lo importante es continuar hacia delante pero si dejas de ver el camino por un instante deja que llueva, espera a que amaine mientras redescubres que es ese el camino que querías y que lo continúas porque estás segura de ello.

Agarra del pelo con fuerza a esa flaqueza que amenaza con poner tu mundo patas arriba. Amenázale también con contar todo lo que sabes de ella si no desaparece de tu vista; que no va a poder contigo, que no le tienes miedo al menos no uno equiparable a la envergadura tus demonios.


Quiero vomitar los miedos en negro sobre ese blanco marfil que me traslada mi limbo existencial.

Estos días más que nunca me he sentido encerrada en mi misma y no sabía cómo gestionar las ansias de vida.

Las mismas que consiguen un acelerón de corazón, ansiedad y un océano de lágrimas.

Porque luego, están las veces en las que los días salen para zurdos- que yo soy zurda todos los días.

Quizá, como dice P., solo necesitaba un abrazo que me sacara del gris o un todo va a salir bien que no viniera de mi cabeza.


De cualquier manera, me encuentro lidiando con lo oscuro del color y la explosión de los sentidos.

Y bailo, así me siento mejor.

Infinitamente .

(María Pedraza)