domingo, 26 de mayo de 2013

Miss you

Me gustaría pensar que bajo toda esa capa de superioridad y de dureza, bajo esa pose estás tú realmente. Eras ese que me decía que me quería en los momentos más insospechados, que estaba pendiente de mí 25 de las 24 horas del día, que me demostraba cada segundo que siempre he valido algo. Que me enseñaba a ser feliz y a contar con los amigos. Eras el que me sacaba las mejores sonrisas, pero también las lágrimas más amargas cuando decides que no sabes perdonar, que eres un cabezota y un puto orgulloso; cuando no quieres volver a dirigirme la palabra y yo lo único que necesito es que las cosas vuelvan a ser como eran antes.


Demasiado perfecta para ser real

Fue una fracción de segundo. Solo una. El desvencijado taxi se calentaba al sol y ella corrió a abrir una de sus puertas traseras. Una ráfaga de viento voló su pelo, sus ojos viajaron hacia los míos y se congeló el tiempo. Intensamente verdes, yo solo pude pensar en ella, mirarla a ella.
Después el taxi se alejó con ella vestida de rosa en su interior. Probablemente la esperaba otro él, aunque eso no hizo que su perfume se fuera de mi mente. Y no la he vuelto a ver.


domingo, 12 de mayo de 2013

Ayer

Todo era más fácil cuando no dolía, cuando solo me preocupaba de tenerte el tiempo suficiente en mis recuerdos. Todo era más fácil cuando las lágrimas no escocían mis ojos, eran solo de alegría. Cuando íbamos medio en broma, medio en serio. Antes de que las palabras se cargaran de sentido, de sentimientos, antes de que los dos supiéramos realmente lo que estábamos haciendo.


¿recuerdas?

Y al final lo has hecho. La has llamado princesa. Le sacaste su mejor sonrisa. Le dijiste al oído que la querías, solo a ella, a nadie más.
Aún me pregunto en ocasiones si recuerdas nuestros momentos. Si no te arrepientes de haber dejado atrás nuestra oportunidad, esa tan única. Pero, esta claro que no; y aunque siempre habrá algo, mejor no decir nada.

Algo de luna y pocas estrellas

Vivir enamorada de un momento y no querer quererlo es algo demasiado intrincado para una cabeza con ideas tan enrevesadas.
Tomas las dos mitades de una vida y quieres tirarlas y echar a correr...Escapar sin más que tus dos piernas y el viento dándote demasiado fuerte en la cara.
Una de las mitades tiene ese algo que te encanta que, aunque fueran solo cinco amaneceres a su lado tiene un hueco demasiado grande en tu iluso corazón. Bastó una sonrisa para que la sangre hirviese por tus venas. Bastó un despertar con un "despierta dormilona" para querer repetirlo todos los días de tu vida pero tú, lo sigues negando. Lo niegas porque no quieres quererlo; lo niegas porque hace daño, porque duele sentirse nada... Quieres coger esa mitad pero sabes de sobra que tus dedos no llegaran siquiera a rozarla.
La otra mitad acompañaba aquellos cinco amaneceres, surgió de casualidad, un golpe demasiado fuerte y un mismo camino.
Al principio el afecto era poco pero, con el tiempo te has dado cuenta de que estás enganchada a todo lo que te hace sonreír porque quieres ser feliz y esa mitad es la causa y el efecto principal de tu inocente sonrisa. Llevas esa mitad agarrada muy fuerte entre las manos torpes de enamorada, tu cabeza no sabe que decir ni que pensar, no atiende a razones.
Sin embargo, te encuentras con un muro que no te deja continuar tu camino, que te impide ver la luz,
Sobre las piedras del muro una frase dice: "SI QUIERES ALGO DÉJALO IR. SI VUELVE ES TUYO; SI NO, NUNCA LO FUE."
No quieres hacerlo, no quieres abrir las manos y dejar que la otra mitad se desvanezca pero, sabes que es libre y que tiene que elegir.
No sabes si esta vez volverás a perder el tren como tantas otras veces y ahora abres las manos.
La mitad se eleva y estás en ese momento en el que "si quieres, puedes" pero dejas que ella elija.
Dos mitades, dos bolsillos y dos llaves de repuesto para un único corazón que solo quiere otra sonrisa.