sábado, 3 de octubre de 2015

Miedo

Tengo miedo de que te acerques demasiado. Temo que mi corazón actúe como una mina antipersonas a la que cuando decidas pisar explote en mil y un pedazos. Me da miedo apostar y salir ardiendo.
Ayer te miré a los ojos y una bala quiso rozarme el corazón. Qué curioso que acertar a dispararla, en una fracción de segundo, pueda determinar la continuidad de una vida.
Ayer me rozaste el corazón. De madrugada. Puede que fueran los efectos del alcohol, que casi nos juntaron los labios. O ese minuto tan efímero en el que estuvimos a menos de tres centímetros.
Si mi corazón se cuelga…entonces, sé que no habrá vuelta atrás- estará roto. Y no quedará vida alguna que amar.
Poco a poco voy sintiendo algo de calor por parte de tu sonrisa, en estos días de otoño que se están volviendo tan fríos.
Poco a poco siento que me gusta estar contigo, y que cuando no es así, mi mente se pregunta dónde estarás en un instante, además de grabado en mi memoria.
Sé que, como tantas veces, este sentimiento es personal e intransferible, como cualquier santo y seña que se guarda con la muerte.
Y luego están tus maneras de quitarle importancia a la vida, amaneciendo un viernes de resaca, con ella a tu lado. Sabes que te has enamorado de ella. No me lo niegues. Que te da miedo decírselo porque nunca habías sentido tan fuerte. Sabes que la vida es dura, y aún así tú te ríes de ella.
Y yo, tengo miedo de no saber vivir sin ti, ahora que te conozco.

(Ryan O'Neill y Ali MacGraw- "Love Story")

No hay comentarios: