jueves, 10 de septiembre de 2015

Risas compartidas

Primera noche de norte.
Amanece y me siento en casa.
No porque no echara de menos estas tierras, que también.
Sino porque, he soñado con ellos.
Con esas personas con las que he compartido el mejor verano de mi vida.
Y no me arrepiento. No me arrepiento de nada.
He soñado con nuestras risas.
Nada mas simple y sencillo.
Y me han llenado el alma. Me han sacado la primera sonrisa de la mañana para que me cueste menos afrontar que los ángeles lloran las calles de piedra.
Los días se alargan y las noches se hacen más cortas. Ya no están echas para las salidas de juventud por el sur, y esas vueltas de madrugada, con la satisfacción de haber roto una pista de baile en la mejor compañía.
He soñado con sus risas y ojalá sea así todas las noches hasta que los vuelva a ver. De esa forma los echaré un poco menos en falta.
Así, sé que los tendré cerca, llenándome el corazón.
Hace días que entramos en septiembre y toca volver a la rutina pero, cuesta tanto despedirse de algo que invade el alma con tanta fuerza.



(Ellos conmigo, una noche de verano)

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