Qué bien saben los domingos de verano si tienes mas años de vida gracias a las risas.
No hace falta repetir que lo más fácil y sencillo es lo que más nos pellizca el corazón y saca nuestras sonrisas de paseo.
Qué bien saben los domingos si son en buena compañía, si los rayos del sol nos doran la piel, si el qué dirán no importa y nos acostamos a las tantas después de tanto baile.
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