jueves, 31 de marzo de 2016

No perder el color.


Qué bonito verlo desde fuera, desde una pantalla de cine, desde un escaparate, desde las cristaleras de una cafetería en plena nevada.
Sentirte orgulloso espectador
de un estúpido sentimiento,
como es el amor.

Bonito, alegrarse del cariño ajeno,
aún sin conocer a quienes lo están compartiendo ante tus ojos.

Tendríamos que pararnos a mirar, más.
Descubrir la intimidad de dos que se reencuentran al llegar el tren, en un aeropuerto, en plena calle.

Bonito saber que el amor se separa del odio por un paso de un pie del treinta y ocho.

Pero lo más bonito de todos, es compartir ese sentimiento, sentirte estúpida e ilusionada. Sentir que no te falta nada en el mismo momento en el que no te quedan segundos para aprovechar mejor tu vida. Saber que alguien te espera en casa, que cuando abres los ojos vas a ver una sonrisa dándote los buenos días, aunque se levanten malos.

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