domingo, 6 de marzo de 2016

Límites difusos

Algo escuché de mis queridos Miss Caffeina y su nuevo disco, algo que va relacionado con mi felicidad pasiva.
Que es domingo y las ganas de no hacer nada rebosan por la bañera también ayudan.

He oído algo.
Algo que leer, que no sea obligación ni tampoco devoción. Que se trate únicamente de placer.
Algo de eso, del secreto de la felicidad.
Algo de que los cantautores arañan el alma y mi sonrisa se muere por morderte el labio inferior. Y las marcas bajo mis ojos indican que no te soñé suficiente esta madrugada.

Algo de que, contra las inclemencias del tiempo, no veo ni una puñetera nube coronando el cielo.
El salón está en modo post-huracán. La bombilla de uno de los baños gotea agua y no quiero encenderla por miedo a recibir mayores voltios que los que siento cuando noto tus caricias. Vecinos.

Algo de "rescátame" porque me siento muy perdida, escuchando Detroit. Querido Alberto, gracias por hacerme entenderlo todo y absolutamente nada a la vez. Gracias por las ganas locas de verte por agosto- ganas que le dejo al tiempo.

Lo de mirarnos está estupendo si tenemos en cuenta que desconocemos el límite de la tensión.
Sé donde quedará el rastro de tu vida en este instante.
Algo que me enseñaste tú.
A querer, a quererte.
Algo que me encanta.


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