martes, 8 de abril de 2014

Amiga

De vez en cuando aparecen personas en tu vida que te hacen comprenderla, que te hacen disfrutar.
La amistad es una de esas cosas que solo puedes comprender cuando la compartes con alguien. Es uno de esos valores que estoy entendiendo. Tengo muy buenos amigos, algunos fallan, otros simplemente no están y otros se quedan a tu lado para siempre.



Ella es una de estos últimos. Puede que no hayamos conocido nuestra más sencilla inocencia, que Peter Pan ya nos cogiera demasiado mayores como para no crecer, pero la quiero con locura. Ella es mi hermana de condición.
Es increíble lo fácil que es coger confianzas cuando dos personas ponen de su parte. Y tengo que darle las gracias, porque a día de hoy, sin ella en mi vida, no sería quien soy.



Ella me ha enseñado a sonreír más a menudo, a no hundirme, a fingir que no me importan esas tonterías que me provocan tantos dolores de cabeza…También me ha enseñado que siempre lleva razón. 
Es una persona que vale tanto, tantísimo que, sinceramente por más que busque en todos los diccionarios del mundo no encontraré las palabras adecuadas para definirla. Pero de una cosa puedo estar segura, buscas "amiga" y sale su nombre, así, sin más.
Una amiga es alguien que está ahí cuando todos ya se han ido, una persona que te levanta tirándote del brazo cuando no ves la salida del túnel. Una amiga como ella es una persona que sabe escucharme, se calla y después me da su más sincera opinión como si de una madre se tratara. Es alguien que va de frente, y te dice las cosas a la cara, pero también es cariñosa y te dice lo que quieres oír. La que te llama para tonterías que terminan en horas colgadas al teléfono, la que te lo cuenta todo sin que se lo preguntes, con la que compartes las dietas hipercalóricas y prometes empezar la dieta el lunes.




Es maravillosa, como persona y como todo. Ella es la primera que dice "a quien pegamos" cuando me ve triste, la que me repite que me quiere diez mil veces al día, con la que se pueden compartir miles de conversaciones.



A veces me pregunto ¿qué habré hecho para merecérmela? 
Ella es la que me aguanta sin esperar nada a cambio y después se llama pesada cuando la escucho yo. De lo que no se da cuenta es de que me encanta escucharla, porque estoy ahí por ella, de la misma forma que ella está por mí. Soy una persona con la que siempre, y repito, siempre podrá contar.
Gracias por los paseos, por las risas, por los helados, las porquerías, por los momentos de locura. Gracias por las pelis, por los abrazos, por los bailes, por las caidas, por el verano.
Desgraciadamente no puedo predecir el futuro, y no se si siempre estará a mi lado, pero lo espero.
Gracias por existir.



a A.

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