lunes, 18 de noviembre de 2013

Estoy aquí, ¿recuerdas? Sonríe.

Seguramente no entiendes el significado de un para siempre. Estoy segura de que nadie es capaz de entender ese periodo de tiempo tan largo ya que nada es al final para siempre. Todo se acaba. Puede acabar bien, puede acabar mal o simplemente acabar, llamemoslo diferencias irreconciliables.
Tú lo sabes, desde que te conocí. Sabes bien que aunque no pueda garantizarte un para siempre te puedo asegurar un todo lo que dure mi vida. Sabes que estoy aquí, allí y donde sea. Sabes que tu eres una de las personas que de la nada has pasado a significar todo en mi vida y de verdad te agradezco todos los buenos momentos, todas y cada una de las sonrisas, todas las veces que sin quererlo te quedaste a mi lado.
Las cosas pasan por algún motivo y todos somos diferentes. Siento en el alma si soy demasiado temperamental, si no tengo paciencia, si enfado a cualquiera, si soy pesada, de nuevo, lo siento.
Pero me gustaría saber los motivos, sabes las explicaciones de este comportamiento que tienes hacia mi. Ya no sé cómo comportarme, si te molesta que hable, que respire, ya no se ni si quiera si te arrepientes de haberme conocido.
Lo único que sé es que odio perder amigos y no me gustaría perderte. ¿Que soy muy gilipollas? Puede. Pero también sé que pocas personas te van a apreciar de la manera que lo hago yo, que cuando me conociste ganaste una amiga para toda la vida y que sí te digo para siempre es para siempre. Porque fuiste una de las pocas que me entendía cuando ni yo supe hacerlo, una de las pocas que secaba lágrimas de niña estúpida y se reía a mi lado. Echo de menos todo eso. ¿Dónde ha quedado?


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