viernes, 29 de enero de 2016

Pirata sin mareas

Pequé, me convertí en pirata. Después de tanto tiempo negando lo evidente caí al mas cruel de los abismos-mi mentira.
Y ahora me toca izar la negra. Dudo que esta vez me perdonen la vida.
Me siento patética, a metros de la puerta de nuestro rincón favorito y tú hace tanto que te fuiste.
Siento que aunque no quiera, aunque mi cabeza se niegue, mi corazón se empeña en dirigir mis pasos hasta tu habitación.
Me pregunto por qué pasara el tiempo, y por qué así. Me lo pregunto cada día del resto de mi vida desde que te eché de ella.
Me torturo y pienso lo feliz que serás ahora, adivino la ella que tiene que estar alegrando tus mañanas. Y rezo por que no sea así. Rezo porque me eches de menos y te hayas planteado volver alguna vez a verme como lo qué fuimos aunque sin caer en la rutina
Y te echo de menos, pero claro, ahora esta en mi condición de pirata negarlo todo.
Vivir bajo un infierno salado, ahora que ahogo penas en ron, al fondo de un vaso.
Ni me quiero, ni me hago caso.
Y surco por mi mente con cualquier velero de velas negras, esperando que las playas del Caribe me queden cerca.
Esperando para atracar en otro buen puerto y esta vez, no perder la cabeza.



A Pablo Benavente, desde el sur.

No hay comentarios: