jueves, 1 de diciembre de 2016

Hasta qué punto conoces

"Esto yo ya lo he vivido"
Me ha pasado todas las veces que me asalta tu recuerdo. Una sensación de déja vù constante, como si el día de la marmota se hubiera instalado en mi vida.
Y no tengo problema en admitir eso de que sigues aquí dentro. ¿Tanto te cuesta salir? O eso o que mi cabeza está estructurada como el más difícil de los laberintos.

Sigues dentro, pero en versión mejorada: una 2.0 de cariño y punto canalla.

Y no sabes hasta qué punto conoces mejor a los extraños que a tu puta media naranja.
No lo sabes hasta que todo se acaba.
Y quieres agarrarte a algo, a esa entrada de cine, a un colgante que nunca quisiste, a aquella cena que acabó en disputa.
Quieres agarrarte incluso al sonido de una risa.
Pero no lo sabes.
Al menos no hasta que eso de latir por alguien pasa a estar en un segundo plano y se funden tus prioridades como los restos de un metal que ya no tenía valía.
Hasta que te quedas solo o acompañado de nadie.

Y es ahí cuando quieres darte cuenta de que la velocidad se ve, pero tú estabas demasiado ciego, demasiado ocupado, y distraído.
Cuando quieres darte cuenta de que esa chica era la que te había sacado tu sonrisa preferida. La que sabía destapar la mejor versión de tu persona, y curarte todas las heridas.
Cuando la has perdido.

Entonces intentas en vano engañarte. Decir que todo va a salir bien, que siempre hay una segunda oportunidad, que hay que dejar pasar tiempo, y tener confianza. Que si te quiere volverá.

Pero es demasiada confianza para alguien que apuesta tan bajo.



No hay comentarios: