lunes, 11 de agosto de 2014

Amarillamente

Cómo bien me decías Albert, he podido comprobar por mi misma una de las experiencias para formar parte de tu mundo amarillo. Se podría decir que en este campo estoy realmente preparada y este es el de ver dormir a las personas.
Decías que ver dormir a gente, especialmente a la que quieres supone mas de la mitad de la vida de un amarillo. Pues bien: puedo decirte con total seguridad que es una maravilla...
Puedes comprender los sueños e inquietudes de una persona con solo verla dormir. Es cierto que parece una tontería, pero llevabas razón.
Tu simplemente te encuentras solo en una habitación en penumbra y ver a esa persona respirar lento y mas lento sin alterarse haciendo el mundo suyo, te hace plantearte distintas cuestiones como la de por qué los humanos les hacemos tanto daño a los demás despiertos si cuando estamos dormidos somos almas llenas de paz mientras cumplimos unos sueños volando por la inmensidad del universo.
Soy un amarillo más Albert, y no me arrepiento, al revés, estoy tremendamente orgullosa de pertenecer a la parte de la humanidad que intenta comprender la vida tal y como viene, que se emociona, que siente.
Soy amarilla.


Con cariño, a Albert Espinosa

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