El beso era lo fácil.
Lo difícil es eso. Estar ahí, a un centímetro.
A un centímetro de comernos la boca, de jugar con fuego.
A un centímetro de arriesgar y ganar.
Lo difícil, es quedarse después de la primera noche.
Lo difícil, es hacer vida juntos.
Y bailar pegados, y ser.
Lo difícil es respirar aire ajeno. Y que no nos importe nada.
Lo difícil es que nosotros veamos el lado fácil de las cosas y no le busquemos trescientos pies al gato.
Y luego está lo fácil, que siempre fue darnos la vuelta, evitarnos, no gritar a los cuatro vientos que los dos lo estamos deseando.
Lo inevitable.
Luego está lo fácil que es abrir los ojos sin ti al lado y con demasiado dolor de cabeza.
Luego está lo de no arriesgarnos por miedo a perder.
Que siempre fue más fácil.
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