miércoles, 3 de octubre de 2012

Nunca digas nunca

-Tendremos que luchar para conseguirlo.- Comenta ella.
-Claro que sí, -Afirma rotundo.- ¿qué creías? Todo en esta vida necesita tiempo y más tratándose de algo tan delicado como esto. ¿Tú...tú estas segura?
-Sinceramente, no lo sé...a decir verdad ultimamente no estoy segura de nada, todo mi mundo da vueltas, todo me parece raro y solo quiero salir...¿y tú?- Quiere saber.
-Yo estoy igual...A ver, lo único que me echa para atrás es que tengo miedo.
-¿Miedo? Si eres la persona más valiente que conozco.- Susurra el chico a su oído.
-Tengo miedo a perderte, a que nada vuelva a ser igual y que acabemos por no hablarnos y no quiero eso, pero...ya hace tiempo que lo nuestro no es más que una simple amistad, ya hace tiempo que te vengo necesitando, y eso también me da miedo.
-Lo que estás diciendo es una tontería. Nunca voy a dejar de quererte, a quererte más o menos, porque te quiero más que a nada y eso nunca va a cambiar, pero si queremos que esto funcione...vamos a tener que poner de nuestra parte

Ambos se miran a los ojos creen que es un gran paso, aunque tienen razón, hace ya unos meses que no solo sienten amistad el uno por el otro...Hugo comienza a jugar con los cordones de las zapatillas de Lara. Está nervioso, sabe que tiene algo que decir pero está algo paralizado y en ese momento no se atreve. Entonces Lara coge una de los cordones y forma la mitad de un corazón. Mira al cielo, pensativa. A esa hora ya pueden ver las primeras estrellas. El sol hace apenas unos treinta minutos que se ha despedido de los dos chicos y empieza a refrescar. Hugo coge con la punta de los dedos el cordon de la otra zapatilla y lo examina sin saber realmente lo que ve. Con mucho cuidado lo coloca junto al otro completando estrategicamente el corazón. Ya sabe que puede decirlo. Ella lo conoce lo suficiente como para saber que algo le preocupa.

-¿Qué es lo que no quieres?...Te has arrepentido ¿es eso?- Quiere saber Lara.
-No quiero una historia contigo.- Comienza.
Aunque ella sabe que no ha terminado, por una milésima de segundo su corazón se para y su corazón se encoge brusco para evitar más daños.
-...pero sé que si te pidiera una vida sería un completo egoísta.- Murmura.
Ella deja escapar un suspiro nervioso. La sigue queriendo y cada día más. De momento sus ojos brillan más que las estrellas que ansían salir y posarse en el cielo como cada noche en aquel hermoso lugar.
-Podemos empezar...-Suelta Lara.
-¿Qué te parece si empiezo con las típicas palabras de cuento?- Pregunta Hugo divertido.
-¿Érase una vez...?- Quiere saber ella algo desilusionada.
-No...-El joven se acerca y la besa con ternura. Se acerca a su oído para susurrarle.- Te quiero.

Allí está. Su Hugo, han vuelto. Ya son uno solo. Por fin han olvidado el pasado, han conseguido sacar los buenos recuerdos y él ha vuelto, para quedarse.


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