jueves, 29 de marzo de 2018

Arréglatelas para bajarme una luna llena

Seré solamente de aquel que consiga bajarme la luna llena.
No pido todas las lunas, ni todas sus fases.
Solo pido una noche, una luna, y que sea llena.
Seré de aquel capaz de alzarme con versos para ponerme a su altura.
De aquel que se olvide de respirar porque siempre haya cosas más más importantes que ser consciente de los alientos.
Seré de aquel que encuentre la puesta de sol más espléndida y cuente con el arrojo necesario para traérmela en un bote de cristal.

No soy de regalar mi corazón. Tampoco soy amiga de la seguridad porque nunca me ha llamado lo suficiente.
Seré, por tanto, de aquel capaz de abarcar mis miedos en un abrazo.
Del que no le haga falta decir te quiero cada vez que escucha mi respiración porque sea algo que yo ya sepa.

Nunca he sido de nadie. Y quizá éste sea mi mayor miedo. Que no haya nadie dispuesto a ser por mi.
No creo en las medias naranjas. Ni somos frutas ni somos mitades.
Somos enteros.
Defectuosos, puede ser, pero enteros al fin y al cabo.
Somos de quién nos cuida, de quien nos baja la luna una noche, y de aquellos a quienes llamamos hogar.
Somos fragmentos de un globo que lejos de volar, flota.
Un globo inestable y frágil que puede estallar en cualquier momento.
¿Que de qué color es el globo?
Azul.
Un azul que no conoce de cielos ni de océanos.
Un océano que pretende "llegar a ser" algún día- como nosotros.
Y mientras tanto;
No somos.

Pero confío en que algún día lleguen esos ojos que me dejen ser entre entera y defectuosa cuando me encuentre cara a cara con la luna llena.


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