jueves, 8 de marzo de 2018

Latidos corrientes


Autodestrucción. Auto porque es a mi misma. Porque me gustaría correr, llegar a tu portal y decirte que te has convertido en una de mis personas favoritas.

Luego si quieres vuelvo por dónde he venido o mejor me invitas a pasar y te explico a lo que me refiero.
Luego si quieres le pedimos a este gris que nos deje de llorar.

Autodestrucción. Porque veo mi vida rozando tus ganas y me dan miedo las colisiones frontales.
Siempre me dio pánico cruzar las calles más lento de la cuenta y eso, por muchas sonrisas que me enseñes al otro lado de las rayas de cebra, no va a cambiar.
Autodestrucción porque mi cabeza regresa a ti- o soy yo, sin querer admitirlo.
Porque suena Quique (Fiesta de luna llena) y me recuerda a ti.
Porque Compostela esta bonita de todas las formas pero lo que hace bajo la lluvia debe ser cosa de brujería.
Y a mi, que me encanta quejarme por vicio, me gustaría compartir sus calles con tus pasos.

No te asustes, ni salgas corriendo despavorido.
Sólo te digo que me apetece chocar risas contigo sobre los muros de piedra, y que necesito que reboses un poco de tu alegría irracional sobre mi alocada cabeza.
Tranquilo. Que no te pido la vida, ni el corazón en un cofre, como en los cuentos.

Te pido que las despedidas duren un par de minutos más, y tres de esos encuentros de repente sin sabernos estar.
Te pido que te vayas para un rato y no muy lejos, y que me recuerdes.
Que nunca dejes de hacerlo: eso de conseguir que un día absurdo y abrumador se torne maravilloso.
Que lo arregles todo con tus parches de “ya veremos” y que las cosas te sigan saliendo igual de bien.
Pásame por debajo de la mesa algo de eso a lo que llamas suerte.

Puede que sólo te parezca una loca de remate por mirar más a las estrellas que a mi presente, pero es que el pasado dolió y no quiero bajar más la cabeza.
Y si, confieso que me acerqué a ti porque me dijeron que tú también creías en la magia.

Me gustaría saber cual es tu truco favorito , y si eres de los que sacan conejos blancos de la chistera.
Me gustaría saber qué piensas sobre el verbo volar. Pero eso ya me lo cuentas con menos luz, y entre tú cerveza y mis carcajadas.

Yo soy más de trucos propios.
Ayer, por ejemplo, después de tropezar por enésima vez con tus ojos espanté a las mariposas azules y tiré el ultimo as que guardaba bajo la manga.

Ahora me apetece eso de dejarse llevar.
Así que, permíteme tomar prestada tu filosofía del ya veremos.
No tardes, te espero donde siempre.

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