miércoles, 18 de mayo de 2016

Resistente al olvido

Me gustaría ser tu resistencia al olvido permanente.
Como la primera vez que viste el mar.
¿Recuerdas?
Tendrías unos seis años, y siempre te habían contado cómo era,
pero tú ibas más allá. Necesitabas verlo.

Una buena mañana aprovechaste que estaba la abuela en casa,
le preguntaste si podíais ir de excursión.
"qué inocente" Pensaste.
Pero no, aquella señora tan bondadosa como entrañable quería que cumplieses tu sueño de niño.
Y tras dos horas de autobús, tus menudos pies pisaron al fin la tierra firme de tu nuevo paraíso.
-Este es nuestro secreto, ¿vale, abuelita?- Le susurraste al oído.- Mamá no puede saber nada.

Digo de ser tu resistencia al olvido como aquel recuerdo, porque sé que por mucho que ella falte, tú seguirás eligiendo siempre ese momento como vuestro, tu preferido.
Digo resistencia al olvido porque me niego a que me saques de tu memoria.

"Has entrado a formar parte de mi memoria implícita."
Me lo dijiste en domingo. Domingo tarde.
Ya sabes que esos días te lo permito todo y el mirador camufló tu confesión.
No me di cuenta hasta que llegué a casa de que esa era tu forma más bonita de decirme te quiero.
Fue al ver tu mensaje: "Memoria implícita, dícese de la memoria automática, de recuperación no intencional que resiste al olvido."
Y quise comerme a besos cada coordenada de tu perfecta geografía.

Porque, si me preguntases por qué te quiero, no sabría explicártelo, al menos con palabras.
Pero si me insistieras, terminaría por confesarte entre risas y bajito que te quiero por ser tú.

Porque ser tú implica tener el compañero perfecto de guerra de almohadas, que además se las da de pizzero amateur, y payaso en prácticas.
Ser tú implica iluminar tu vida, y las de los que te rodean con más intensidad que el sol del sur.
Ser tú significa continuar sin descanso, ver el lado fácil de las cosas y querer quedarse a vivir en cada parada de metro tras un beso rápido de despedida.
Ser tú son todas y cada una de las penas y alegrías que me trajeron tus brazos, abrazos y sonrisas.
Ser casa, tempestad y calma.

Ser tú no es hacerse viejo, es hacerse sabio y llamar a la experiencia amiga, pero seguir contando con el factor sorpresa.
Ser tú es ser yo contigo.

Y por eso te quiero.

("Before we go"- Chris Evans)

No hay comentarios: