miércoles, 27 de abril de 2016

Luego hablamos.

Y si,
tengo que darte las gracias.

Gracias por estar cogiendo mi mano en todos los momentos,
por hacerlo en los buenos, pero mejor aún en los malos y los peores.

Por tener siempre un "vas a poder" cuando mi mundo se desmorona.
Por cada palabra amable que maquilla mis agobios y le quitan importancia.
Por las risas que me sacas cuando es lo último que me apetece.

Gracias por tus llamadas; en diez minutos consigues lo que nadie en 24h:
Que se termine de arreglar un día.

Gracias por hacer que las penas se conviertan en menos penas y
la vida solo se vea a carcajadas.
Gracias por quitarle el gris al cielo y tener una tontería más con la que coronarte.

Doy las gracias por aquella noche de San Juan,
y por que hayas aprendido a confiar en mi.
Gracias por dejarme ser yo.

Lo confieso, te quiero un poco.


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