domingo, 15 de febrero de 2015

Naturaleza

Vila de Cruces, Pontevedra

Domingo de carretera para llegar al paraíso.

No más lágrimas. No más cielo.
Pies en suelo.

Quieres entender el juego de corazones. Corazones de febrero.
Quieres saber que los tréboles de cuatro hojas existen, quieres tenerlos, encontrarlos.

Sabes que las picas juegan con tus labios y que los ases no solo se guardan en la manga de tu chaqueta.
Sabes que las flores no solo florecen en mayo, y que los días pasan según la energía que hayas decidido darle.
Guardas abrazos rotos, fotos en  silencio, melancolías de otoño. 
Están bajo el colchón, con restos de monedas viejas.

Pasan las horas solas en el reloj y el mar no te susurra al oído.
Tus pies caminan solos.

El crujido de las hojas te transporta hasta aquel recuerdo. 
Cabeza traicionera, que sigue viviendo quimeras.

Amarillo, color de vida, color del sol.
No te vayas tan pronto.
Quédate conmigo,
por favor.

No hay comentarios: