martes, 7 de agosto de 2012

si miras por la ventana puedes verla, esperando a que vuelvas

Ella te espera. Se lo debes, le debes un favor. Qué digo uno, millones. De pequeña te hacía soñar, viajar con Peter al país de nunca jamás. Dejaba que fueras una pequeña princesa. Te enseñó a valerte por ti misma, a interpretar tus sueños, a buscar señales del destino. Más tarde cuando lo conociste a él y la obligaste a compartirte no se quejó, nunca. Decidió que era esa época en la que te tocaba vivir a ti y saber lo que se siente cuando la compartes. Luego, cuando él decidió que se había terminado y que vuestros recuerdos no valían la pena, fue ella quien secó tus lágrimas, escuchó tus penas y decidió albergar esperanzas de una pequeña felicidad. Fue ella quien hizo que en los gélidos inviernos tu no pasaras frío y que en los maravillosos veranos pasases unas horas de descanso antes de arreglarte para salir de fiesta sin volver a pisarla hasta veinticuatro horas después. Ya sabes, te toca devolverle lo que es suyo, el tiempo perdido contigo. Sabes que ahora lo necesitas y que hasta que sea necesario no te separarás de su lado.

No hay comentarios: