viernes, 2 de octubre de 2020

Luscofusco

 La última vez que nos vimos me dijiste que los bombones se derretían al sol.

Fue como si hubiesen salido los únicos rayos del norte para dejarte soltar aquella frase. No me di por aludida, por supuesto. Pero me hizo gracia que no hubiera nadie más que yo a quien referirte.

La última vez que te vi, te habías dejado la prisa aparcada en doble fila, junto con las nubes de la tormenta de la tarde anterior. Y la sonrisa se te escapaba por los dos lados de la cara.

Recuerdo que también te pisabas las ojeras, pero dijiste que a quién le hacían falta horas de sueño teniendo un día como aquel.

Tú y tus retóricas.-Confieso que las extraño

Nos pasamos dos o tres horas contándonos la vida a verso y prosa frente al oleaje, que no le hacía justicia a toda la paz que me transmitías.

Luego nos dijimos adiós sin fecha ni ganas; sin tan siquiera saber si volveríamos a coincidir pero siendo conscientes de que apostar con el destino siempre fue un juego de azar para el que ninguno de los dos nacimos preparados.


A P. por las ilusiones.








Elliot Erwitt


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