martes, 27 de octubre de 2020

La city

 De pronto, martes tonto, me entraron unas ganas locas de enseñarte todo lo que conozco de la city. Solamente por darme el lujo de que mi cabeza vuele lejos de entre estas cuatro pareces.Suenan JP Saxe y Julia Michaels y se me derrite un poco más el alma.

Me entran ganas de viajar contigo, de jugar a redescubrirlo todo. Siempre dije de ella que no me gustaban sus prisas; y es cierto que no la veo como el mejor rincón para proponerse echar raíces. El ritmo frenético de su vida no es una cualidad que me tenga enamorada.

Pero luego pienso en la cantidad de tiempo que llevo sin viajar- más aún si ese tiempo pertenece al compartido con tus carcajadas; y Londres se me antoja la parada de metro perfecta para volver a retomarlo todo por donde lo dejamos.

Miles de kilómetros para reabrir cajones de sensaciones, y discernir entre las minucias y lo verdaderamente importante.

Creo que te alucinarían los alrededores de Piccadilly, que nos reiríamos mucho cuando no pudieras practicar tu perfecto inglés por ninguna calle de Candem. Y que acabaríamos las rutas con los pies helados y desechos en algún café del centro- aún así tu café doble con hielo, llevándose a matar con mi chocolate caliente.

Sería otra sucesión de recuerdos para la colección. Y tú te dejarías hacer, como siempre que me toca hacerte compañía a regañadientes.

Soy consciente también de que toda esta sarta de sueños termina justo en el borde de mi cabeza. Que tengo tu recuerdo, un par de canciones y todos los deseos pechados.

Ellos no les tienen miedo a nada. Soy yo, la dueña de ese miedo.

Pero los he enseñado bien. Y saben que si salen todo se termina.


Notting Hill, Junio 2016


No hay comentarios: