sábado, 8 de julio de 2017

Egoísta

Aquel fue la mejor estampa que había fotografiado en años.
Y aun guardaba aquella foto en blanco y negro a buen recaudo.
Me gustaba el blanco y negro por egoísmo, porque quería quedarme con los colores solo para mi. Así a los demás les faltaba una pieza para completar la belleza.

Fue una de mis fotografías más apreciadas. Sería por lo mucho que te quise: rápido y a gritos.
Para que el mundo envidiara nuestra felicidad.
Me encantaba verte amanecer mirando al horizonte.
Siempre te levantabas con las primeras luces y lo único que adivinaba era tu silueta de perfil confundiéndose con el paisaje.

Me gustaba que te colases entre mis sabanas cuando mis sueños no eran de nadie. Echándole la culpa al tiempo o a la música. Hablándome bajito al oido y deseándome las mejores noches.
Pero no te diste cuenta que no hacían falta las palabras, contigo amarrado a mi espalda siempre lo eran.
Y luego vinieron las canciones y todas las cuerdas de tu guitarra.
Y allí me quedé.
Esperando a que el invierno dejara de ser frío sin ti.
Esperando un aguacero que nunca llegó, y desafiando con abrigos que todavía llevaban tu nombre.

A mi, que presumía de memoria, se me habían olvidado nuestra primaveras.
Pero tus canciones siempre sonaban en el tocadiscos del salón y nunca he podido evitar que me tiemblen las rodillas cuando te oigo cantar.



a D.

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