sábado, 8 de julio de 2017

No te reconozco

No he llegado a conocerte.
Me refiero a tratar con la persona en la que te has convertido.

Desde la primera vez que nos vimos han pasado ya unos años. Cuando éramos demasiado pequeños e inocentes como para conocer las dimensiones de un beso.

No he llegado a tiempo, pero aún nos queda ¿no?
Últimamente tu recuerdo hecho hombre no se escapa de mi cabeza. Y tengo ganas de verte.
Tengo en la punta de los dedos la nostalgia de  tiempos pasados en los que todo era fácil. Y la mayor complicación empezaba con una caída y terminaba con betadine y tiritas.

Siento curiosidad. Me gustaría saber si me recuerdas; y si es así, cómo lo haces. Si es con cariño, con odio o con tristeza.

Yo en un principio te odié. Quizá en exceso. Porque los te quiero no se dicen en las despedidas y a quemarropa, cuando sabes que el tiempo pasado no regresará ni nos será rutina.


Te odié con las entrañas para sacarte de mi recuerdo, en vano.
Porque comprendí que habías formado una parte imprescindible de una de las etapas más felices de mi vida.
Y me descubrí queriéndonos desde tan niños.

Sé poco más de ti que tu aspecto, pero te sigo pensando y soñando al menos dos lunas al año.
Cuando la necesidad de querer me exprime la cabeza y destapo las reliquias.

Creo que no se lo he dicho a nadie, quizá por vergüenza pero, ¿recuerdas aquel colgante que me regalaste?
 
Lo sigo teniendo, once años después.
A lo mejor con el pretexto de canjearlo y volver a cruzarme en otra vida con tus ojos verdes.

        (My girl- Macauley Cuklin)


a J.


No hay comentarios: