viernes, 30 de junio de 2017

Plage - Crystal Fighters

Puede que no fuera la mejor playa del mundo, que cada año tuviera menos metros de arena para regalarle al mar o incluso,
que cada verano que volvíamos a ella, el número de paseantes superara al de caracolas.

Puede que su orilla hasta deje de existir algún día o que los atardeceres no se vean tan bonitos. Pero, ¿sabéis qué? De todo el sur, ese es mi lugar favorito.

Allí he pasado momentos maravillosos con personas que ya forman parte de mi.

Es mi lugar favorito de entre tantos porque  me vuelan las horas sin tener que mirar las manecillas del reloj. Por todas las risas que se nos esconden entre los granos de arena. Porque siempre me he declarado una enamorada de los atardeceres, y es que aquellos me los guardo siempre.

Puede que la compañía también tenga algo de culpa, pero es que hemos hecho de ese muro blanco junto a la pequeña playa un hogar. Un sitio al que regresar cada vida, con ganas en exceso y pieles blancas e inmaculadas.
Un lugar al que escapar cuando creer que eres el único que tiene problemas.

No. Allí no están las soluciones a tus problemas, pero los sientas en el banquillo mientras sigues arbitrando el partido de tu vida, mientras te declaras goleador supremo de la final del mundial.

Me han preguntado muchas veces a qué llamo "casa".
Siempre he asegurado tener el corazón dividido.
Y no miento.
Qué más voy a decir con veinte años que la ciudad que me vio nacer haciendo frente a la que me ha enseñado a vivir.

Málaga sosteniéndole la vista a Compostela. Compostela sonriéndo recelosa. Aunque creo que se llevarán bien.

Vivo enamorada de la segunda, de sus calles, de su gente. Adoro su lluvia tanto como sus escasos azules.
Pero a la hora de responder a ese "casa", sin pensarlo, me veo sobrevolando el sur.
En grande, en mayúscula y con la tipografía de primera plana de periódico, en tinta negra.

SUR

Y bajo él, nuestra playa, otra tarde de tantas que tiene el verano-aunque se nos antoje efímero- con ellos, a los pies de mi toalla,
y el mar de fondo.

Con el sol resistiéndose a marchar, echándole toda la culpa a las nubes.

Casa.


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