miércoles, 1 de febrero de 2017

Firenze

Y mientras viajo por una ciudad donde nada es como recuerdo, me sorprende el caos.
Un dulce caos organizado rige la urbe.
Cinco días que me han servido para desconectar y residir en una realidad paralela, para paladear mi mini-Erasmus particular, para morir de envidia, y querer quedarme a vivir.
Cinco días para conocer a personas que sé que quiero conservar siempre.
Para desquitarme de echar de menos a quien fui a ver.
Él estaba cómo pez en el agua. Y no lo culpo. Se lo ha ganado a pulso, ya era hora de que las cosas le fueran a pedir de boca.

Es demasiado temprano. He dormido cerca de dos horas y el sueño me hace desvariar.
Bus Firenze-Pisa a las cuatro de la mañana, con una tira de fotos de los dos metida entre las páginas del libro que me estoy leyendo.
Foto en blanco y negro, como de costumbre.
Para que el monocromo esconda un poco la alegría de los reencuentros, y contraste con la belleza de la ciudad.
Hora larga de bus en la que me apetecía escucharte cantar. Y sin quererlo ni saberlo, me has acompañado durante todo el viaje.
Todos han oído hablar de ti.
Les conté cómo te conocí, cómo entraste a mi vida de casualidad. Y cómo intento que no te desintegres.
En mis oídos, te he dado un respiro, ahora entre tantas vidas, juego a sentirme sola- rumbo a Madrid, y la voz de Escandar quiere recordarme tu sonrisa; y la de Diego, traerte volando a mi cabeza.
Y yo, no sé si aguantaré sin llamarte cuando vislumbre el cielo la capital.
Sólo para hablar, para contarte el viaje, para compartir retales de un carnaval sin disfraces.
Sólo para que no te olvides de mi.
Quiero decirte que si no has estado, Florencia es un lugar magnifico para sangrar tus canciones y poner a bailar las cuerdas de la guitarra.
Es una ciudad sin sueños dónde siempre queda alguien despierto.
Una ciudad, que cómo dije, se rige por el caos, y la ley de la selva es la única a cumplir.
Una ciudad que te devuelve las esperanzas que creíste perdidas, y los recuerdos más dolorosos.
Es un lugar al que volver siempre será una opción.
En cierta manera, te digo que nos parecemos, a ninguno nos gustan las despedidas.


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