sábado, 6 de febrero de 2016

Amnesia

Noches jóvenes en las que nadie era consciente.
Noches de carnaval. Disfraces.
Me encantaban aquellas noches. Eran las que nos daban otra oportunidad para volver a empezar. Para conseguir algo a cambio de un camuflaje de identidad.
Noches de luces, de música demasiado alta, y de risas mojadas en alcohol.

Bailes de madrugada destrozándonos las horas.
Y miradas que no se nos ocurriría regalarnos.
Martes en mi cama, y el reloj marca las dos.
Rompí todos mis esquemas pidiéndote que no te fueras.
Pero tú empezaste primero, sacándome a rastras de aquel lugar.

Me apetecía disfrutar de esto. No éramos nada- Nadie. Más que dos personas, una frente a otra dejándose querer, cometiendo el enorme error de enamorarse.
La vida salió a relucir, y yo me concentraba en silencio en el poderoso lunar de tu espalda.
No paraba de repetirme "nunca digas nunca" cuando nos vimos por primera vez.
Y supe que por muchos que llamaran a mi puerta, por muchas noches de perder la cabeza, nunca viviría otra historia como la nuestra.

a F.

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