martes, 13 de agosto de 2013

Querido orgullo:

No pretendo que me lo devuelvas todo. Solo a él. Solo que dejes que se separe de ti; lo estás matando.
Vas a hacer que se quede solo, que no le quede nadie y no puedo permitirlo.
Prometí que no iba a dejar de quererlo nunca, y no voy a hacerlo, por muchos años que pasen, por mucho que llueva. Y de eso me di cuenta antes de perderle para siempre.
Es alguien por quien vale la pena luchar, levantarse cada mañana, sonreír...y tú me lo has quitado.
Has hecho que las risas se terminasen, que nos tirasemos las cosas a la cabeza, que nada de lo que pasó importe ahora. Has hecho que se fuera tan rápidamente como apareció.
Me dijo que quién era yo, que no era nadie; y tenía razón; sin él, no soy nadie.
He borrado todos sus mensajes, tirado otras tantas fotos y obviado los regalos.
Por tu culpa él ha decidido separarnos con un punto y final y sin explicación alguna.
Solo queda una cosa por quemar...todos nuestros recuerdos juntos que poco a poco irán saliendo del corazón y pasando por la cabeza hasta que ellos decidan por si solos volar legos y dejarme ser feliz a mi manera.

Carolina

No hay comentarios: