sábado, 21 de octubre de 2017

Siempre tú

Llevo tiempo sin pensarte. Precisamente, porque no me queda tiempo.

Por más que atrase las manecillas del reloj, o pretenda vivir en un pasado lejano no te da la gana de dejarme tranquila.

Me pasa que pretendo vivir en el pasado, y se me olvida el presente.

A veces lo intento. Digo lo de arrancar tu recuerdo de mi pensamiento. Me prometo que eres feliz así, y que yo lo soy más. Tampoco es que sin ti sea infeliz. Pero dime entonces por qué demonios tienes el don de la omnipresencia a miles de kilómetros y dos años de distancia.

Otras veces me doy por vencida, me digo que mañana será otro día. Pero ese mañana no llega nunca. Porque cuando no me acuerdo yo, te apareces tú.

Y así. Todo el tiempo.

Encontrándonos en esa fina linea del no querer querernos, y querer no querernos nunca que sólo se materializa en la nube de mi cabeza.

Que puede sonar a locura-y seguramente lo sea, pero es mi locura.

Toda mi locura se resume en un .

Mi locura eres tú idealizado, tú perdido, tú demasiado perfecto para ser real- perfecto de más, tú a kilómetros de mi en el sur, tú lejos pero cerca, tú igual de cabezota, tú sin planes, tú de noche, tú y tu sueño permanente, tú eternamente enfermo, tú con tus abrazos a la espalda, tú feliz, tú dándole vueltas a la cabeza y por último
tú, sin memoria.

Mi locura eres tú. Siempre tú.

Y el día que deje mi locura aparcada bajo mi ventana dejaré de ser yo.

-a M.

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