martes, 17 de octubre de 2017

El pueblo fénix

Somos de los que vimos la cara oscura del ser humano en la profundidad de un domingo negro.
Vimos el daño por encima de unas lenguas de fuego- altas, sí, pero cobardes.
Vimos la desesperación ensañándose con los gritos.
Vimos a la disconformidad tomando la justicia por su mano.

Y quisimos morir.

Quisimos salir de una pesadilla. Abrir los malditos ojos y encontrar una voz amiga.
Quisimos huir de unas horas que pasaban demasiado lentas para todo lo sucedido.y
Y escapar corriendo.

Pero dicen que es con las crudezas, cuando las personas sacamos a relucir nuestros mayores valores. Los vimos mantener la calma en un mar de incertidumbre
Desear la lluvia, sin pararse a esperarla.
Los vimos- con ojos de impotencia-
perderlo todo menos la esperanza.

Sobre nuestras cabezas llovieron las cenizas de unas reglas mal acatadas.
Sobre nuestro corazón se asentó la culpa hacia el nadie
que lo resolverá todo el día menos pensado.
Somos los que respiramos el odio convertido en humo, sólo porque estábamos aquí
y nos había tocado.

Pero podrías haber sido tú,
vosotros.

Fuimos los que cambiamos el paraíso por el infierno en cuestión de horas, los que nos dejamos engañar por el 'todo pasa y todo llega'.
Fuimos los que encogimos el corazón por el miedo a esperar.

Es muy fácil echarnos la culpa, quejarse y no mover un dedo
para que el infierno se vuelva otra vez paraíso.

Aquella madrugada ardieron miles de sueños.
El verde se fue, poco a poco, convirtiendo en el peor de los negros.
Pero allí siguieron: las manos, los alientos,
allí siguieron las palabras de acierto.

Y salió un sol oculto al día siguiente, mas no quedaban 'peros'.

Llevo poco aquí, y ya lo considero casa.
Y con todo lo vivido he llegado a la conclusión de que el pueblo gallego es fénix.
Vendrán mil y una adversidades más a llamar a la puerta- pero tengo claro que estas gentes
siempre terminarán resurgiendo de sus cenizas.

Hablo desde fuera y desde lejos.
Si me duele Galicia de esta manera, no me quiero imaginar al resto.

Queiman Galiza, un domingo negro



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