lunes, 15 de junio de 2020

Ya mañana veremos cómo enfrentarnos a la vida

No necesitábamos más.
Los tacones que me ponían a tu altura ya descansan sobre la mesa.
Y el maquillaje que pesaba, sobre una toallita en la papelera.

Tú sigues oliendo a ti. Igual que a las once cuando pasaste a buscarme.
Trasteas en el ordenador. Buscas la canción perfecta. Pero no la hay.
Nuestra canción fue elegida hace mucho. Una de esas de las de mucho ruido y pocas nueces.

Y ahora, juntos en mi habitación- solos-, nos planteamos la vida.
Siempre hemos sido de hacernos daño.

Es domingo, de madrugada, de mayo y fuera llueve. El cielo gris no acompaña a nuestro cariño. Pero queremos más. La luna nos ha dado la noche libre. O nosotros a ella.
(Hoy no molestará).

Empieza a sonar Love Yourself. Nos define tan bien. Quién diría que Justin sabría describir nuestras almas.
Te miro respirar. Estás tumbado en la cama y yo en la silla.
Y sin preguntar me tumbo a tu lado.
Te sale abrazarme y me siento en casa.
Tú, como persona, eres hogar;
el mío.

Y me duele tanto tener que reconocerlo, que me escondo en tu pecho.
Porque es el único lugar que no tendrá represalias la mañana de mañana.
Porque estas cosas siempre terminan saliendo mal.

Nos quedamos minuto y medio- segundo arriba, segundo abajo- sin movernos.
Acompasamos nuestra respiración. Y entonces me coges la cara entre las manos.

Llegó la hora.
Quiero que me beses. Y lo haces.
Lento, primero, como pidiendo permiso. Y yo te lo doy, por supuesto.
Luego las ganas nos pueden, y la pasión.
Y nos dejamos llevar.

Uno a uno se separan los botones de tu camisa. Y no sé muy bien cómo, mi vestido termina en el suelo.
Y te paras, me miras y desaparece toda mi vergüenza.

Nunca antes me habían mirado a los ojos de la manera en que tú lo haces, desnudándonos por dentro.
Te dejo hacer y me sumerges en el mundo de tus ideas.

Me pregunto por qué tardaste tanto.

Las madrugadas dan para mucho. Y yo necesitaba esto. Así. Llegar de fiesta y quedarme a vivir en ti.

Ya mañana veremos como enfrentarnos a la vida.
Pero hoy bésame hasta gastarme los labios para decirme todo lo que has callado durante años.

Quiéreme. Con todo.
Haz que me sienta segura y protegida- y que mejor lugar que tus brazos para hacerlo.

(Lilly Collins, Sam Claflin- Love, Rosie) 


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