domingo, 7 de abril de 2019

Cobardía no es sólo nombre de mujer.

Y tú le dices que se lo crea.
Que vas a prestarle tus ojos para que lo vea.
Porque ellos han sido testigos del poder de la magia.

Le dices lo bonita que es, lo linda que se ve en todo estado de la materia.
Le pides que se quiera igual que tú has conseguido quererla:
Con los ojos cerrados y alguna huella grabada con los rescoldos de una hoguera mal apagada.
La invitas a quererse más lento que las fases de todas las lunas de las que fuisteis testigos.
Le cuentas que es necesario que te escuche porque guardas la verdad más absoluta bajo la manga de la sudadera.
Y ella con el mismo pretexto juega a agrandarla para hacerla suya.

Le dices que te mire a los ojos.

Pero no le dices que te has dado cuenta tarde, ni que lleva tiempo apareciendo en tus sueños.
Solamente rodeas sus curvas en un abrazo y te percatas de que ha dejado de llorar.

No le cuentas cuánto admiras sus tripas hechas corazón,
ni le susurras cuánto vas a echarla de menos.

Y ella te mira. Y captas un brillo diferente, menos distante.
Y te cuenta todo lo que le queda por hacer.

Y tu no puedes hacer otra cosa que escucharla, deseando,
en silencio, que vuelva a incluirte en cada uno de sus planes de domingo y vida.

Y ella se ríe.
Y algo se estrella contra tu sexto sentido.
Algo que te la pinta como un ser de otro puto planeta y
Te recuerda que tú al encontrarla has desmontado
la teoría del Big Bang pieza por pieza.

Y te pide que te quedes a cenar, mientras hace trizas el reflejo de un ocaso sobre las olas del mar.

Tú le preguntas que cuántas noches necesita y ella te sorprende con un ‘todas en las que se encuentre tu vida con la mía’.

Y caes.
En su red, en sus locuras, en el eco de su risa, en sus imposibles, en los surcos de lagrima seca que aún la delatan-culpable de querer ser feliz.
En la cuenta.

Caes en la cuenta de que plantó una semilla que le venía grande entonces, y al dejar llorar al cielo, esta os ha regalado algún que otro fruto en forma de amor cobarde.



(Ignacio Montes y Blanca Parés- Los amores cobardes)

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