domingo, 9 de abril de 2017

No sé dónde está mi yo.

No saber si te abrochas la zapatilla o deshaces la lazada.


No saber si aterriza o despega el avión.


No saber si lloras de alegría o por desconsuelo.


Realmente sé cuál es la opción pero mi yo, mi profundo yo, amor por ese calor nuestro en tus sabanas.


Y es así Julia, no quiero contigo perder ni un minuto de vida. Es así, es por mí, por lo que desde la lejanía nos abrazamos. Soy un puto iluso pensando que puedo coger las riendas del destino, para caer desbocados en el pozo de nuestros demonios. Lo correcto, lo incorrecto estamos medidos, nos ponen límites, nos ponen cada rail por el cual pasa el tren de nuestra vida. ¡Es egoísmo, es heliocentrismo! es lo que mi cabeza critica cada vez que pienso en abrazarte, besarte, rozarte… Decíamos: “nuestro consuelo es que es lo correcto” No es una esperanza para nada, pero todo está dicho o queda por decir, y yo por ti estoy dispuesto a morir, o vivir.


Suena música en mi cuarto y sé cuando estás en él, sé cuando pienso en ti, o cuando te echo de menos... Hoy no madrugaría con tal de bailarle a tu piel de madrugada más. Brindaba por esa serendipia, que un día te puso en mi vida; ahora me derramo pensando que algún día te olvide.


El equilibrio imposible  de esta historia de amor, un equilibrio el cual cae siempre por el mismo lado, por tu lado, lleno de amor. A veces me quema a veces hiela, cada suspiro que mi tórax arranca del motor. La balanza que mide nuestro amor sin ninguna compasión dicta sentencia. 

 

-Chino inoportuno



No hay comentarios: